En Paraguay, un sacerdote jesuita español llamado Alfonso Rodríguez Olmedo fue asignado para trabajar entre el pueblo guaraní. Como resultado, los católicos lo veneran como mártir y santo. Rodríguez nació el 10 de marzo de 1598 en Zamora, España. Completó su noviciado en Villagarca de Campos, Valladolid, antes de ser enviado a Paraguay para continuar sus estudios. El padre Juan de Viana dirigió una expedición desde Lisboa, Portugal, y él fue uno de los hombres a bordo.