Nacido en la pobreza, San Isidoro de Sevilla fue conocido por su generosidad y caridad con los pobres. Estaba casado con otra santa, María Torriba, que siempre tenía una olla sobre el fuego porque su marido siempre llegaba a casa con mendigos para comer. Aparte de su actitud trabajadora, era un cristiano dedicado y oraba con frecuencia. Fue canonizado en 1622 y es el santo patrón de los agricultores y trabajadores.